Mejorar la comunicación: sobre conflictos y pedir perdón.

A menudo, cuando hablamos de la comunicación en las relaciones, automáticamente pensamos en las relaciones románticas, en las relaciones de pareja. Pero, todas las relaciones afectivas comparten una serie de normas de buen trato que permiten que las relaciones sean seguras.

Así que, atent@, porque no necesitas estar en una relación romántica para mejorar o afianzar las bases de la comunicación en cualquiera de las relaciones que establezcas (amistades, familiares, laborales, etc).

Me gustaría introducir el tema de cómo disculparse en las relaciones cuando hay un conflicto y algunos consejos que espero que te pueden interesar, o quizás, hacerte reflexionar.

Cuando estamos en una relación es habitual (Y NORMAL) que surjan conflictos. Es probable que haya momentos en los que no se comparta el mismo punto de vista, o que alguna de las partes de la relación esté atravesando cualquier evento que provoque ciertas emociones o reacciones incómodas, o que alguna de las partes diga algo que pueda dañar a la otra persona (aun no habiendo mala intención). Por resumir, cualquier situación en la que una de las partes se ha sentido herid@.

¿Qué podemos hacer ante una situación así?

En primer lugar, recomendaría tratar de no decir nada “en caliente” o guiados por el impulso, porque puede ser algo que en ese momento no sea apropiado, que se diga de malas maneras, o que no se piense realmente.

A veces es mejor no decir nada y darse un tiempo para regular lo que se está sintiendo que tratar de solucionar las cosas de cualquier manera. ¡Ojo! Que esto tampoco significa dejarlo pasar sin hacer nada al respecto, si no darse un tiempo para serenarse y abordar la conversación más adelante.

A la hora de abordar la conversación podemos tratar de entender ambos puntos de vista, ver de dónde viene el conflicto, si algo se ha malinterpretado por la razón que fuese... darnos el permiso mutuo de comunicar cómo nos hemos sentido.

Una de las fórmulas que pueden servir para comunicarnos mejor puede ser empezar diciendo cómo me he sentido + por qué me he sentido así + qué necesito. Por ejemplo:

Me ha dolido mucho que me hayas hablado con esas formas, aunque no fuese tu intención hacerme daño. Me gustaría que la próxima vez, cuando te sientas así, me digas las cosas de otra manera.

Quiero recalcar la importancia de no entrar en una escalada de reproches. Te pongo algunos ejemplos:

“Claro, pero es que tú a mí siempre me haces sentir mal porque___”, “Es que la última vez que te dije eso, te enfadaste”, “Es que siempre te lo tomas fatal, no se te puede decir nada.”

Frases del tipo “es que tú eres” o con términos como “siempre” o “nunca” son verbalizaciones muy absolutas que no ayudan nada a que se resuelva el conflicto y están lejos de una disculpa. Por eso te recomiendo mensajes que se centren más en cómo te sientes en este momento por esto que ha pasado.

Pedir perdón es una forma de atender a las necesidades de la persona que te importa. No siempre tienes por qué entender cómo se ha sentido, o compartir su punto de vista para disculparte. Basta con que entiendas que, en ese momento, su dolor necesita que lo valides y lo atiendas y nada más.

Habrá momentos mejores para abordar otros problemas si sientes que estos te están causando malestar.

No todas las relaciones son iguales ni siguen las mismas normas. Lo importante es que te encuentres teniendo relaciones de buen trato en la que te sientas segur@. Si necesitas saber más sobre este tema, no dudes en contactar con nosotras. Estaremos encantadas de atenderte.

Anterior
Anterior

Píldoras de Naturaleza: cómo darle un respiro al estrés

Siguiente
Siguiente

Neurociencia para la calidad de vida. Entender el cerebro para entendernos mejor.