Neurociencia para la calidad de vida. Entender el cerebro para entendernos mejor.
Siendo estudiante de psicología decidí que lo mío era la neurociencia. Y es que a mí me intrigaba (y me sigue intrigando) mucho entender cómo funcionaba el cerebro, por qué nos comportábamos como lo hacíamos, por qué pensábamos de esta manera, por qué hay personas que tienen más predisposición a tener problemas de salud mental, cómo funcionan los psicofármacos, cómo se entienden las adicciones... No sé, soy de hacerme muchas preguntas.
Y, aunque en el trabajo clínico no me defina como neuropsicóloga, es una de las partes de mi formación que más valoro y más aplico en el día a día con las personas que trabajo.
La Neurociencia aplicada a la Psicología
No hay duda de que la Neurociencia y la psicología son ciencias que tienen una relación muy estrecha y se pueden beneficiar mucho la una de la otra. Te cuento un poco cómo me ayuda a mí en el trabajo en consulta.
A mí me ayuda a entender los mecanismos que regulan ciertos estados. Por ejemplo, cómo se traduce la respuesta de ansiedad a nivel cerebral, cómo se alteran los niveles de los químicos en esos momentos o cómo afecta a las estructuras cerebrales un estado de ansiedad mantenido en el tiempo.
Pero también cómo repercuten ciertos hábitos o conductas a nivel cerebral. Por ejemplo, en chicas con problemas de alimentación. Si miramos su cerebro, veremos que se está produciendo una respuesta de alerta y que ciertos mecanismos están alterados. El sistema puede llegar a decidir, incluso, que hay que apagar ciertas funciones (por ejemplo, esa chica deja de tener la regla) con el único fin de sobrevivir.
También me ayuda a entender algunos de los llamados “trastornos mentales”, por ejemplo, el TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad), que tiene mucho que ver con cómo llegan las señales de los neurotransmisores a ciertas áreas de la corteza cerebral que se traducen en esas respuestas conductuales en forma de inquietud o dificultad para la concentración.
Otra de las ventajas que me aporta es que me ayuda a entender cómo funcionan los psicofármacos en ciertas patologías, como los ansiolíticos o los antidepresivos que son un recurso necesario para algunas personas que están transitando ciertas dificultades.
El caso es que la neurociencia permite comprender muchos fenómenos psicológicos lo que nos permite explorar cuáles son los recursos que mejor se adaptan a las necesidades con las que trabajamos.
Si quieres explorar y conocer más sobre tu cerebro, ¡contacta con nosotras! Estaremos encantadas de buscar respuestas junt@s.